Palabras de la Decano de la Facultad de Ingenería Ing. María Simon


Muchas gracias. En primer lugar, sean bienvenidos a esta Facultad de Ingeniería tanto sus integrantes de todos los días como nuestros invitados de este día, nos alegramos mucho de que haya venido un grupo tan grande y tan diverso de personas y tan queridas.

La colectividad de matemáticos y estadísticos ha decidido realizar este primer encuentro nacional de matemáticos y estadísticos jóvenes, en homenaje a Gonzalo Pérez Iribarren, lo que es una excelente forma de homenaje, se hace con una jornada académica de presentación de trabajos de mayor interés y además de jóvenes, que no significa, claro está, que los mayores no hayan estado presentes e interesados. Nos parece excelente, porque el hacer matemática, el hacer ciencia y el compartir, es el mejor homenaje y seguramente el que más le gustaría a Gonzalo Pérez Iribarren. El enfoque hacia los jóvenes es el enfoque hacia el futuro y recoge una de sus características más notables que fue la formación de jóvenes e inspiración de vocación en matemática.

La jornada ha tenido lugar en tres Facultades , en las que Gonzalo Pérez actuó, en las que es muy recordado y muy querido. Los organizadores han decidido que hoy fuera el acto de clausura en esta Facultad de Ingeniería y en el aula que lleva el nombre de su hermano, Ricardo Pérez Iribarren, persona también enormemente valiosa para esta Facultad e intensamente querida y apreciada por cuantos lo conocieron. Esta clausura en Facultad para nosotros es una alegría y un honor.

La vida de Gonzalo Pérez ha sido reseñada y volverá a ser recordada por colegas muy cercanos a él de manera que, no me corresponde a mí extenderme sobre este punto. Resumo muy brevemente su carrera docente. Gonzalo Pérez entró como Ayudante grado 1 20 horas semanales en el Instituto de Matemática en el año 69 y permaneció en ese cargo hasta el 71 y después con 30 horas en grado 2 del 71 al 73.

En 1973 tuvo que irse del país, estuvo en Buenos Aires, en Venezuela, realizó también una fructífera experiencia sobre la cual sus colegas han hablado, volvió al país en el 83 y a nuestra Facultad en el 84 como Profesor grado 4 con 40 horas semanales, se mantuvo ya sea como profesor de esta Facultad o asignado al centro de Matemática, desde el año 84 hasta el 88. Desempeñó en parte de ese tiempo la dirección del Instituto de Matemática y Estadística.

Estos fueron los datos objetivos de su carrera en la Facultad. Fue además profesor y adscrito en Enseñanza Secundaria donde entró por concurso y donde ejerció su intensa vocación por la enseñanza de la matemática. En su carrera docente realizó contribuciones de calidad a la matemática en particular en el área de estadística no paramétrica. Mantuvo siempre el interés de hacer matemática vinculada a problemas de la tecnología y de la naturaleza, encontrando en esa vinculación, fuente de investigación matemática de calidad y acercándose a las otras áreas con la voluntad e inteligencia necesaria para aprehender y formular los problemas de la realidad en términos rigurosos. En ese sentido es recordado con gran aprecio por muchos colegas ingenieros. Personalmente lo conocí apenas, cosa que lamento mucho, sin embargo puedo decir que lo conozco por sus obras, como lo dice la frase evangélica y esta es una de las mejores maneras de conocer a alguien y también por su huella de cariño y afecto en personas a las que conozco bien y aprecio mucho. Entre sus obras está la contribución a la matemática que cité muy brevemente, debe referirse también su aporte a la enseñanza de la matemática universitaria y secundaria. Formó recursos humanos atrayendo a jóvenes que en muchos casos, son ya investigadores de gran nivel.

Volvió al país sobre los principios del fin de la dictadura, muy tempranamente y participó entonces muy decisivamente en la reconstrucción de nuestro Instituto de Matemática, en la creación del PEDECIBA y en la creación del Centro de Matemática.

La reconstrucción del Instituto de Matemática fue una tarea enorme, para nosotros de fundamentalísima importancia, que fue integrando a los que fueron volviendo, en un ambiente cada vez más hospitalario, cada vez más habitable, para trabajar en la matemática y por eso, lo reconocemos muy particularmente. Fue también un universitario cabal y un hombre comprometido con los valores sociales y humanos, dejando también en este sentido, una tradición y un ejemplo en la Facultad y en la Universidad.

Dejo como última obra a citar en esta alocución que quiere ser muy breve, la contribución de él, decisiva, a la generación de una verdadera comunidad científica. Ese aporte es para nosotros de un valor incalculable, se trata realmente de una comunidad, no de un conjunto de personas, ni solamente de una estructura académica, es una comunidad matemática con juicios de valor formados, con tradiciones, y siempre en revisión, siempre viva, en una alta autoexigencia, una comunidad muy honesta, intelectualmente solidaria, abierta, con memoria y con futuro. Esa comunidad son ustedes, es en ustedes y por ustedes que yo quiero saludar con agradecimiento a Gonzalo Pérez Iribarren.


[ Gonzalo Pérez Iribarren: In memoriam] [Centro de Matemática] [Instituto de Matemática y Estadística "Rafael Laguardia"]