Cancún, Q. Roo, 1° de marzo de 1998.

Versión estenográfica de las palabras del presidente Ernesto Zedillo durante la ceremonia en la que declaró inaugurada la Reunión "La Ciencia en la Integración Latinoamericana", luego de hacer entrega al doctor José Luis Massera, del Premio México de Ciencia y Tecnología 1997, en el salón Siqueiros del Hotel Westin Regina Cancún.

Muy apreciado señor gobernador de Quintana Roo, ingeniero Mario Villanueva;
Muy distinguidos miembros de la comunidad científica Iberoamérica;
Señoras y señores:

Me da mucho gusto asistir a la inauguración de esta reunión sobre el papel de la ciencia en la integración latinoamericana, el ideal bolivariano que se ha mantenido vivo y hoy tiene mejores posibilidades de realización que nunca antes.

La comunidad iberoamericana es una de las más importantes del planeta. Lo es por su población y sus recursos naturales.

Lo es por su historia, por su cultura común, por su rica diversidad de raíces y, sobre todo, por el enorme potencial de su futuro.

Es de cara a ese futuro dinámico y promisorio que se realiza esta reunión, como acaba de decirlo Pablo Rudomín, para revisar nuestros sistemas de cooperación y diseñar una estrategia acorde con las exigencias del siglo XXI.

Una estrategia flexible, que exprese una voluntad permanente de cooperación, y que a la vez sea capaz de evolucionar y ajustarse a las condiciones cambiantes de un mundo globalizado.

Una estrategia que desemboque en acciones concretas y se mantengan atenta a evaluar los resultados de nuestro esfuerzo común.

Asomados a las aguas del Caribe --y espero que sí se asomen durante su estancia en Cancún, por favor tómense algunos momentos del día para ver nuestro mar--, en este Caribe donde se cruzan todos los caminos de nuestra América, nos reunimos para fortalecer nuestra presencia conjunta en el terreno de la ciencia y la tecnología, sin duda primordial para el futuro de nuestras
naciones.

Por el alto nivel de los participantes, la reunión que ahora inauguramos tiene la capacidad para abordar la doble tarea de concretar y fortalecer nuestra cooperación, y proponer medidas que permitan reforzar las responsabilidades que en este campo estratégico corresponden al Estado y que muy bien lo ha señalado el doctor Massera.

Celebro que en este encuentro ustedes se estén proponiendo revisar las opciones para fortalecer la cooperación entre científicos iberoamericanos; evaluar nuestra actividad científica; analizar las redes de científicos y las formas en que nuestros países pueden colaborar para apoyar en todos ellos, en todos estos países la actividad científica, y examinar el aprovechamiento de las capacidades de nuestros científicos fuera de la región.

Asimismo, confío en que los participantes formulen propuestas para llegar a acuerdos en varios aspectos fundamentales, tales como el intercambio para apoyar la formación de recursos humanos de alto nivel; el aprovechamiento óptimo de nuestra infraestructura; la movilidad de profesores, y el fortalecimiento de redes que nos ayuden a generar y a aprovechar su efecto
sinérgico.

Con el trabajo de ustedes, podremos fortalecer formas de colaboración que nos permitan utilizar los avances de la ciencia y la tecnología para transformar nuestras estructuras productivas.

Podremos acrecentar, los mecanismos de cooperación para propiciar la multiplicación de científicos emprendedores y fomentar la participación de los empresarios en la difusión del conocimiento científico y técnico y en su aprovechamiento para incrementar su competitividad.

México ha profesado siempre una voluntad de cooperación amplia y sólida con todas las naciones de Iberoamérica, con las que nos unen tantos lazos de amistad y entendimiento, tantas aspiraciones comunes.

En un marco de respeto fraternal, México ha participado, desde hace mucho tiempo, en los foros regionales y en diversos programas económicos y sociales que apoyan la cooperación de Iberoamérica en el ámbito, de la ciencia y la tecnología.

Esta reunión, organizada por nuestro Consejo Consultivo de Ciencias, por el CONACYT y la Academia Mexicana de Ciencias, es una muestra palpable del interés que México tiene en propiciar que los sectores científico y tecnológico de la región amplíen su cooperación mutua, con el fin de beneficiarnos todos.

A las actividades formales de cooperación científica y técnica, se agrega el conjunto de vínculos personales que ya desde hace un buen tiempo se ha ido formando entre los científicos y los tecnólogos de nuestros países.

Vínculos que, a través del tiempo, han permitido establecer importantes mecanismos informales de trabajo y cooperación, y que seguirán siendo promovidos por los intercambios de estudiantes y de profesores.

A pesar de circunstancias económicas difíciles --que México ha superado felizmente ya-- México ha venido esforzándose para darle un impulso renovado al desarrollo científico y para alentar la participación de empresas privadas en el financiamiento de la investigación.

En 1997, el Gobierno de México destinó a las actividades científicas y tecnológicas cerca de 13 mil millones de pesos, la cifra más alta, en términos reales, que se haya dirigido a este propósito en la historia de nuestro país.

En los últimos cinco años, el número de becas para que jóvenes mexicanos realicen estudios de posgrado en instituciones nacionales y del extranjero se ha incrementado en más del 50 por ciento.

Un esfuerzo adicional es el que corresponde a la repatriación de investigadores mexicanos, a través de un programa especial; en los últimos cinco años se ha conseguido que mil 11 científicos mexicanos, que se encontraban en otros países, hayan regresado a nuestra patria en condiciones que les permiten seguir adelante con sus trabajos de investigación.

Asimismo, nos hemos esforzado por descentralizar y fortalecer la investigación científica y apoyar la modernización tecnológica en los estados de la República.

En este sentido, es de mencionar que el año pasado, por primera vez en nuestra historia, los cinco investigadores que recibieron los Premios de Investigación Científica de la Academia Mexicana de Ciencias trabajan en centros establecidos fuera de la ciudad de México.

Por otra parte, en diciembre del año pasado --como ya lo mencionaba el doctor Rudomín-- la maquinaria, equipo, instrumentos, materiales, plantas y animales destinados a la investigación científica y al desarrollo tecnológico quedaron exentos del Impuesto General de Importación.

Y para estimular el gasto privado en ciencia y tecnología, a partir de este año, se otorgará un nuevo estímulo fiscal al incremento del gasto de las empresas en estos renglones.

Junto con instituciones de educación superior, centros de investigación y el sector productivo, este año el Gobierno Federal pondrá en marcha un programa para promover la colaboración entre las instituciones que generan y difunden el conocimiento científico y tecnológico, y las que participan en la esfera de la producción y la atención a las necesidades sociales.

Estrechar los vínculos entre la academia y los sectores productivo y social permitirá aprovechar el gran potencial y las capacidades que a lo largo de muchos años se han venido construyendo en nuestro sistema educativo y de investigación, en favor de amplios grupos de la sociedad.

Señoras y señores:

Una manifestación más del interés de mi país en el fomento de la ciencia y la tecnología como mecanismo de integración iberoamericana fue la creación, en 1990, del Premio México de Ciencia y Tecnología.

Este Premio, consagrado por el Gobierno Mexicano a reconocer la labor de investigadores y de instituciones de los países hermanos, procura alentar el desarrollo científico y tecnológico que tanto requiere nuestra región.

Como aquí se ha mencionado, por el doctor Esteva, hasta ahora lo han recibido dos investigadores venezolanos, uno argentino y dos brasileños, a los cuales se suma, en esta ocasión, un gran distinguido matemático uruguayo, el doctor Massera.

Hace unos momentos hemos escuchado, en las palabras del doctor Esteva Maraboto, una elocuente semblanza de los méritos del doctor Massera.

Pero vale la pena subrayar que los trabajos del doctor Massera, que él ha desarrollado desde la Universidad de la República, en Montevideo, han logrado una clara proyección internacional y han ejercido una benéfica y poderosa influencia en los países de nuestra región y de otras partes del mundo, señaladamente en el mundo industrializado.

Su entrega vitalicia a los más altos ideales de la ciencia y de la vida en sociedad; del progreso de Iberoamérica y la justicia social; de un desarrollo científico y tecnológico puesto al servicio de una humanidad necesitada de recursos, sí, pero también, y con la misma urgencia, necesitada de justicia, libertad y paz, constituye un ejemplo que reconocemos con orgullo fraternal.

Como Presidente de la República, y a titulo personal, me siento enormemente satisfecho de haber entregado este Premio a tan distinguido hombre de ciencia y a tan destacado hombre de acción.

Por ello, doctor, lo felicito muy sinceramente a nombre de todos los mexicanos.

Con la seguridad de que esta reunión aportará valiosas ideas para fortalecer la cooperación científica y tecnológica entre las naciones de Iberoamérica, me es muy grato, hoy domingo primero de marzo de 1998, declarar formalmente inaugurados los trabajos de la primera reunión sobre La Ciencia en la Integración Latinoamericana.

¡Que tengan éxito en sus trabajos! ¡Que se diviertan aquí en Cancún!

Gracias.


[ José Luis Massera (8/6/1915 - 9/9/2002): In Memoriam]

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